Valparaisina
miércoles, agosto 08, 2007
AROMO EN FLOR
El fin de fui a Valpo a celebrar mi cumpleaños y la ciudad me dio de entradita su regalo... sus cerros pitados con pompas amarillas... TREMENDO ESPECTÁCULO!!. (Qué increíble cómo se re- descubre la ciudad con los ojos de la nostalgia)
De niña viví en el cerro Larraín, cerca de una quebrada. Ahí, bajo una higuera majestuosa armábamos nuestra casa de muñecas. Dentro de una lata de bebidas colocábamos ramitas de aromo en flor para simular el florero... Cortarlas era un cuento, porque sus bolitas amarillas se desgranaban y se pegaban en la ropa y el pelo.
En más de algún cumpleaños llegué con un producido ramo de Aromo en Flor como regalo para mi abuela y tantas otras veces su aroma se pegó en mi nariz tras el estornudo alérgico de la llegada de la primavera.
ME pasa lo mismo con el olor al Inojo, a los cocos de Eucaliptus y a la tierra mojada.. olores de niña porteña que juegué en el cerro, que corrí por entre piedras y riscos cazando lagartijas o jugando a la guerra de pasto. Que me tiré en carretón por las cumbres porteñas y que enseré una tabla para bajar por la pendiente.
Cómo no ser un niño feliz en Valpo.. con el grupo de amiguitos del barrio.... de ese barrio de VERDAD...
Que buenos recuerdos frente a una simple ramita de aromo en flor
posted by Valparaisina at 4:28 p. m.
4 Comments:
Está bonito tu blog. Linda plantilla y el texto de este post es muy verdadero. Siempre digo que hay que ver lo propio con ojos de turista.
Un abrazo, compatriota y ya nos leeremos :)
Cómo las pequeñas cosas, los olores, las imágenes, nos transportan a los bellos recuerdos... Para mí los rincones de Valparaíso rememoran ineludiblemente a mi tata, su pelo cano, sus manos morenas, su paso lento...
Y los aromos... son bellos, pero lástima! me provocan alergia!!! mal mal...
besos!
Si ves en mi blog verás a mi madre con un ramito de aromo en las manos. No sabes cómo disfrutó ella el espectáculo al que haces mención, en su última venida a Chile. En Suecia (donde reside) el aromo es un árbol de lujo, de alto precio y sólo plantable en los suelos de quienes tienen algunos billetes para enterrar. Qué belleza más democrática es la que tenemos, entonces!
lamento entorpecer tu recuerdo idílico, pero también recuerdo que a los pies del cerro lecheros donde yo vivía de niña, una vez nos dimos de tanatólogas con un guaren muerto y lo abrimos con un clavo.
por suerte, resultamos seres normales y no psicopatas.
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